viernes, 2 de abril de 2010

Camino a casa, Ire Ayó Bàbá, Ire Ayó !


“Ibi reré l’órísá ka’lè”
“El lugar feliz donde el esta asentado”


"Sùúrú"
"Paciencia".

Y un largo camino a casa…

Tendría yo 8 ó 10 años aquel 31 de Diciembre, el lugar la playa de Florianópolis recuerdo que en la peatonal céntrica todo mundo comentaba, ….a la medianoche hay que ir para la playa, que allí se agradece por el año que paso y se pide por el año nuevo entrante.
Eran cientos, miles los practicantes de creencias afro pidiendo a Iemanja, las novias agradeciendo la paz en la pareja, el tener familia, marido, cientos de templos formando giras separados no más de 3 metros cada uno.
La imagen nocturna de la bahía era hermosa, quedo impregnada en mi mente y de apoco fue removiendo ese inconciente, nuestra tradición dice que el destino esta elegido pero en el paso del Ikole Òrun al Ikole Àiyé todo se olvida.
Recuero aun la cara de aquella entidad que se acerco y me dio los restos de un cigarro para que tenga con migo.
Pasaron los años las mismas sensaciones las sentí una noche al acercarse un exu (en la línea de kimbanda) y sin decirle nada me dijo “todo es esto que usted aquí ve es nuevo en su vida, pero dentro suyo ya es muy viejo”.
Comencé un largo camino de búsqueda interior, al fin la necesidad de saber mas acerca de la creencia afro triunfo sobre las demás variantes espirituales, control mental, reiki, yoga, meditación ect.
La sed de conocimiento estaba instalada en mi vida, sí, esa necesidad de estar unido al conocimiento, base primordial para remover y recordarme día a día mi destino. Recuerdo haber comprado en una santería de liniers el libro “Òrìsàs” de Fátunbi Pierre Verger fotocopia claro que hace 15 años atrás pague $ 60 lo que no era poco.
Hace 15 años que comencé un largo camino a casa, digo a casa, porque hoy en mi presente se que mi Ipònrí Ancestral me lo hace sentir, aquel punto de partida donde en algún momento todos volvemos a renacer y nos sentimos como en nuestra casa.
Pero he aquí que en mi día a día en mi “Òrìsà ni ma a sin” en actuar en ser a Òrìsà a quien le rindo ó hago culto, es que me hace sentir que mi presente “ya” es mi casa, en ese aquí y ahora pleno y continuo.
Siempre quise poder plantar un Ilé ti Òrìsà, fue también ese largo camino de duros años de construcción esfuerzo y trabajo.
El 31 de Marzo del corriente año, fecha de aniversario del nacimiento de mi Òrìsà, tome el compromiso de dedicar todo mi esfuerzo para poder darle definitivamente su Ojúgbo, su lugar de culto definitivo.
Faltaba solamente el suyo ya que los Ojúgbo de Sàngó junto a los Òrìsàs de los futuros Omó òrìsàs, Ifa y el Ojúgbo de Ògún estaban terminados.
Y el 31 a la noche una vez que pasamos todas las igbás de cada òrìsà, a cada ojúgbo comenzó el siré tí Òrìsà que fue simple, éramos solo 4 personas de los cuales 2 eran niños.
Y ahora que lo pienso todo tiene una representación en esta vida., éramos 2 Omó Òbàtálà un nene y una nena y que mejor representación de futuro y crecimiento para una casa que su mayor proyección va a ser el Ire Ayó de cada integrante de la ya formada “egbe”, el camino de la alegría para esta pequeña familia de òrìsà.
Alegría y lágrimas no me faltaron para una noche de sueños, una noche esperada hace más de 15 años.



Àgo àlà àlà ó sú
Con permiso al Àlà

Ó s´s kékeré ilé
Estaba oscuro en la pequeña casa.

Àgo àlà àlà ó sú
Con permiso al Àlà

Bàbá dúrodè´
Padre, permanezca de pie.


O d’wúre
Que esto se transforme en bendición

Àilalà
Sin límites

E mó(n)mó(n) jó
Usted nos ilumina

Òsàgiyán
Òsàgiyán

E mó(n)mó(n) jó
Usted nos ilumina

Òsàlúfón
Òsàlúfón

E mó(n)mó(n) jó
Usted nos ilumina



Àgo àgo l’óna(n)
Con licencia en el camino

Dìde máa d ‘ aago o
Levantense, el esta llegando

Àgo àgo l’óna(n)
Con licencia en el camino

E dìde máa ‘yo
Levantensen con alegría habitual

K’orò w anise o
Nuestro ritual fue trabajoso
(De ayudarnos y protegernos)





Banta-bàntà nínú àlà
Inmenso en ropas blancas

Ó sùn nínú àlá
El duerme en ropas blancas

Ó jí nínú àlà
El despierta en ropas blancas

Ó tinú àlà dìde
Se levanta en ropas blancas

Bàbá nlá! Oko Yemòwo
Venerable Padre Marido de Yemòwo

Òrìsà wù mi ní bùdó
Que me encanta por estar vestido de gala

Ibi re l’ Òrìsà kalè
Es lindo el lugar donde esta asentado.




Awa s’ oró
Nosotros hacemos el ritual

Awa s’ órò nilé
Hacemos el ritual en la casa

Awa s’ oró
Nosotros hacemos el ritual

E mó(n)mó(n) jó
Usted nos ilumina

Òsàgiyán
Òsàgiyán

E mó(n)mó(n) jó
Usted nos ilumina

Òsàgiyán
Òsàgiyán

Wa’lé Bàbá o
Padre venga a nuestra casa.


Irókò Oluwèré, Ògiyán Èleìjù.
Òrìsà funfun Òsàgiyán del centro del bosque.

Asé Ire o Aláàbáláàse.

Bàbálórìsà Esteban ti Òbàtálà.



Obras consultadas:

Orí Àpéré Ó
Maria Rodrigue.

Àwon omi Ósala
Jose Beniste.

Fiesta de Yemojá / Mar del Plata.


Aboru, Aboye, Abosise……

Odò fé yaba!

“Bi o ni lè jó oní Yemoja”.
“Nadie consigue danzar como el pueblo de ella”.

Fueron instantes, de esos que hacen que el alma se remonte hacia momentos ya vividos, representaciones, danzas, aromas, alágbès tirando las adúràs en torno a una puesta en escena única de nuestra fe, en fin un conjunto de elementos que me hicieron re- vivir aquella hermosa experiencia de haber estado hace unos años en Río Vermelho, un 2 de febrero en Salvador Bahía, en el día de la gran Iyá Yemoja Olókun, nuestra Madre y señora del Mar.


En esta ocasión la cita se dio en la hermosa ciudad de Mar del Plata, siendo la 20 hs. se dio marcha a la procesión, la imagen de la Gran Àyaba Olómú rodeada de flores resaltaba del resto de la carga de objetos-símbolos que tenia la procesión, al frente el adimú (comida) de Èsú Bará Agelú, dinámica para el Èsú Bará de las playas como es apropiado en el Batuke Porto Alegrense. Seguido de floreros cargados de blancas flores, dando paso en el final a la mayor representación de Bàbá nlá, Òsàlà el Gran Òrìsà dueño del paño blanco como otro de sus nombres lo indica y mejor se adapta a este momento, Òrìsà Funfun dueño del Òpá Sóró y el gran Àlà Funfun que dio cierre a los Orins àti ijó, los cantos y danzas festivas para los Òrìsàs que tuvo lugar en la playa en una noche apropiada.



Emocionante fue ver la gran cantidad de personas esperando en la playa la llegada de la homenajeada Àyaba de la noche, el momento culmine de la ceremonia llegado en los Orins (cantos) y Adúràs de Yemoja, se dio paso a un camino hacia el mar y a la espera, las motos de agua de personal de prefectura para dar entrega a las “barcas” colmadas de ofrendas y pedidos.
Los Alagbe, a ritmo cadenciado acompañaron la velada para su Iyá:

“Yemojá dele olódo bàbá orómi o !!
Yemoja d elé i táyéwo, yé bàbá orómió”.

“Yemoja, llega a casa dueña de las aguas, ama, espíritu del mar, Yemonja llega a casa y prueba la vida, ama, espíritu del mar.”


El mito una vez mas cobro vida aquella noche, en el “aquí y ahora”, en esos minutos de “espacio-tiempo” misturado entre el Orún y el Aiye, simbiosis perfecta de masculino y femenino, de causa y efecto en momentos de homenajes, la manifestación de lo sagrado, la confirmación de la fe estaban presentes.
Los Òrìsàs estaban en tierra, desde la orilla de la playa se veía lo sagrado, los omó Orìsàs expandiendo su esencia en el mar(ocupados) y la gente acompañando, nuevamente como en cada Siré tí Òrìsà la inconfundible verdad para los practicantes de esta fe estaba ahí latente, nuevamente la creencia del mito de “Opa Òrun” tomo vida, lo espiritual fusionado a lo material afirmado por su Òpa,(bastón de firmeza) en este caso, la fe manifestada entorno a esa energía pura, en su propio origen, Ella - el Mar.


Sentí al igual que en Bahía una vez más que todos éramos parte de una gran Ìdílé Òrísá, una gran familia de santo como se acostumbra oír en el nordeste brasilero, de boca de hermanos de otra variante afro.
Lavado de cabezas, Òrìsàs dando pases, muchos “Ebo Opé” ofrendas de agradecimientos en la orilla del mar, padres ofrendando con sus hijos, para esa noche de “Awon Orin Oró Ìpàdé”, noche de reunión de las cantos y las danza rezas para Yemonja.


Cada Òrìsà cumple un importante rol a nivel social-cultural extendiéndose hasta su forma individual, tendencias que los Orìsàs dan a sus hijos, una vez mas sentí al ver la fe de los presentes en general , la fe de inválidos en silla de ruedas en el agua, sentí que Yemonja cumple la función de Gran Madre, que acoge a aquellas madres que sufren en soledad, de aquellas madres pidiendo por sus maridos e hijos, aquella madre que viene a buscar a sus hijos perdidos en algún camino errado, aquella madre incondicional que todo lo entiende….esa noche sentí a Yemoja al igual que en Bahía.

Àwa yó ìba ngbà, ìba ngbà.
Àwa yó ìba ngbà a fé rè ni olúwase.

Mo dúpé Èérú Ìyá!

Bàbá Esteban tí Òbàtálà.